En otra entrada te hablamos acerca de la papeleta de conciliación tras un despido improcedente. En esta ocasión te hablamos de una práctica bastante común. Hoy hablamos de pactar o forzar un despido para cobrar el paro y sus consecuencias. Si el tema te interesa, ¡Sígueme!

Quien no conoce a alguien que haya podido acordar con la empresa un despido para luego acceder al paro. Con esos acuerdos o pactos, la empresa se ahorra la indemnización correspondiente y el trabajador accede a la prestación por desempleo o paro. En otras ocasiones, a través de forzar un despido para cobrar el paro, el trabajador que deja la empresa de forma voluntaria puede acceder al paro, cuando de otra forma no tendría ese derecho.

Ahora bien, cuando trabajador y empresa actúan así, ¿realizan algún tipo de fraude? Y por otro lado, ¿La Seguridad Social vigila esas prácticas? Quédate con nosotros y lo sabrás.

 

¿Qué te explicamos en este artículo?

Pactar un despido para cobrar el paro

En España, el despido no siempre apareja indemnización o derecho. Nos referimos al despido disciplinario. Mediante este despido, se cesa la relación laboral con el trabajador que comete una infracción grave. Debes de saber, también, que si el trabajador acciona contra el despido, habrá que ver si el mismo es procedente, improcedente o un despido nulo.

Si el despido es declarado procedente, ello quiere decir que la decisión adoptada por la empresa se ajusta a Derecho. En ese contexto, la empresa no tendrá obligación de abonar cantidad alguna al trabajador en concepto de indemnización aunque sí finiquito, si procede. Ahora bien, el despido procedente no impide que el trabajador pueda cobrar el paro, tal y como ocurre en cualquier caso de despido o finalización de la relación laboral entre empresa y trabajador.

 

El pacto entre empresa y trabajador

En el panorama expuesto en el punto anterior, muchas empresas y trabajadores se ven tentados a acordar un despido de mutuo acuerdo, con lo que el trabajador podrá acceder al paro o prestación por desempleo. Tras las oportunas negociaciones entre trabajador y empresa, la segunda despido disciplinariamente al trabajador que ha acordado no demandar a la empresa para buscar la improcedencia o nulidad del despido. Así, la empresa consigue no pagar ninguna indemnización y el trabajador accede al paro sin perjuicio alguno, pues ninguna empresa futura sabrá que fue despedido por motivos disciplinarios. En ese contexto, puede hablarse de una relación win-win, en la que ambos actores se ven beneficiados de ese pacto o acuerdo.

 

Despido pactado mediante fraude y la comisión del delito

La práctica que te acabamos de describir es un claro fraude. Es por eso que si la empresa y el trabajador pactan un despido, esa conducta constituye una falta muy grave para ambos actores. Para acceder a ese despido pactado, se falsean documentos y se accede a un cobro de prestaciones indebido, pues de otra forma jamás se podría acceder a ellas.

Tal y como nos recuerda el Tribunal Supremo en su sentencia 514/2002 de 29 de mayo,

«(…) La prestación, o el subsidio, por desempleo, participa del concepto legal de subvención y, consecuentemente, su obtención fraudulenta es típica del delito previsto en el art. 308 del Código Penal (…)».

Base sobre la que se asienta el delito

Tal y como expone el Tribunal Supremo en su sentencia 150/2020 de 18 de mayo;

«(…) el objeto material del delito son las prestaciones del sistema de la Seguridad Social, sobre el que se proyecta la conducta dirigida a la obtención efectiva e indebida de tales prestaciones. La conducta desplegada por el sujeto activo, según la dicción del tipo penal, debe ir dirigida a obtener, para sí mismo o para un tercero, el disfrute o prolongación de prestaciones del Sistema de la Seguridad Social, provocando para ello un error, mediante la simulación, tergiversación u ocultación indebida de hechos (engaño), dando lugar con ello al resultado típico, esto es, la concesión efectiva de la prestación con el consiguiente perjuicio a la Administración Pública (…)»

En conclusión, podemos afirmar que pactar un despido es un fraude a la Seguridad Social y se constituye en un delito previsto en el artículo 307 del Código Penal, con lo que ese despido pactado es un acuerdo ilegal y con graves consecuencias.

 

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Consecuencias del despido pactado

Lo primero que debes saber al respecto es que el fraude ha de ser demostrado. Es decir, no existen presunción alguna acerca del fraude de despidos. Ahora bien, si se puede acreditar que la empresa ha arreglado los papeles para que el trabajador acceda al paro, hay perjuicios para empresa y empleado. ¿Qué perjuicios son esos?

  1. El Servicio Público de Empleo Estatal podrá actuar de acuerdo con lo previsto en la Ley para exigir que el trabajador devuelva lo percibido en concepto de prestación por desempleo.
  2. En el procedimiento penal incoado al efecto, los infractores será multados y podrán perder sus subvenciones e incentivos y beneficios fiscales.
  3. El trabajador podrá ser excluido de su derecho a percibir cualesquiera prestaciones económicas.

En cuanto a las responsabilidades penales, cabe señalar que los responsables podrán resultar absueltos de los cargos si antes de ser notificados de una actividad inspectora o una denuncia, devuelven los importes defraudados con los respectivos intereses.

 

El despido forzado por el trabajador

En esta ocasión no hablamos de un despido pactado sino de forzar un despido improcedente para cobrar el paro y una indemnización. En este caso, el trabajador busca que la empresa acceda al despido disciplinario improcedente. Es importante remarcar que en este caso, no hablamos de una actividad delictiva. Lo que intenta en este caso el trabajador es que la empresa le despida para impugnarlo por improcedente. Piensa que un despido procedente no da acceso a indemnización. Es por eso que el trabajador intenta que la empresa le eche por de forma que no pueda justificar legalmente.

¿Cómo suelen actuar estos trabajadores? El empleado que quiere forzar el despido, suele trabajar ejecutando sus tareas de forma más o menos incorrecta, con premeditación. Ahora bien, ese trabajador ha de ser cuidadoso en su intento de forzar el despido. Has de saber que la empresa puede advertir al trabajador antes de echarle. También puede llegar a sancionarle antes de echarlo de la empresa. De ahí que forzar el despido no sea fácil.

 

Ten cuidado al pactar o forzar el despido

Haciendo una labor de investigación en google, constatamos que frases como «cómo plantear un despido improcedente» o «cómo forzar un despido» o «cómo plantear un despido pactado» son búsquedas habituales en google y otros motores de búsqueda. Para aquellas personas que pretendan pactar  o forzar un despido, debe saber que existen ciertos controles de la Administración. No es infrecuente, por ejemplo, que el Servicio Estatal de Empleo Público, tras solicitar el paro el trabajador ante un despido improcedente, inste a la Inspección de Trabajo para comprobar qué ha pasado o instar al trabajador para que presente una demanda para impugnar el despido.

 

 

Pactar o forzar un despido para cobrar el paro y sus consecuencias